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Nº 63 18 de diciembre de 2006
Rompiendo el
Cerco Informativo
CARTA DE CONUSI AL PNUD
Ciudad de Panamá, 15 de diciembre de 2006.
SEÑORES
PROGRAMA DE LAS NACIONES UNIDAS PARA EL DESARROLLO
SISTEMA DE NACIONES UNIDAS
La Confederación Nacional de Unidad Sindical (CONUSI), manifiesta sus consideraciones frente a la invitación para participar en el "Proceso de Concertación para el Desarrollo".
1. Diálogo y Plan de Desarrollo: dos figuras un mismo propósito
Después de la crisis e invasión de 1989, en Panamá ha sido evidente el proceso creciente de deslegitimación de la partidocracia en la vida nacional.
La imposición de las medidas de política económica neoliberal ha justificado la incapacidad de los gobernantes de dar respuesta a las más sentidas necesidades de la población empobrecida del campo y la ciudad, por un lado, mientras que acentúan la concentración de la riqueza en cada vez menos manos, por el otro lado.
Ante esta realidad, gobernantes, "opositores", dirigentes sindicales venales y empresarios, han venido abanicando dos figuras relevantes, exigidas por mucho tiempo por los sectores populares: el diálogo y la necesidad de construir un plan nacional de desarrollo. Obviamente, bajo la intencionalidad de manipular el clamor de las mayorías y contener el descontento social.
Si entendemos la consulta política como un proceso que se realiza con el propósito de conocer la opinión de diversos grupos y sectores de la población acerca de determinados temas de su interés e incorporar las ideas de consenso en una propuesta también de consenso, lo que los gobernantes han venido desarrollando está bastante lejos de ser consulta.
¿Entonces, de qué se trata? Desde los noventas a la fecha, se trata, que cuando los gobiernos y partidos políticos pretenden imponer una ley que lesiona los intereses de los más desprotegidos, obligan a toda la población a escuchar, leer y asimilar su visión del problema.
Imponen su visión, interpretación y supuesta solución mediante el uso de los recursos de todos los panameños y panameñas en costosas campañas de publicidad y/o afanadas "mesas de diálogo", sin permitir la participación de otros enfoques e interpretaciones. No promueven la discusión democrática y el debate amplio de los temas que según sus voceros son vitales para el desarrollo económico y social del país. Por el contrario, han impuesto sus puntos de vista a "sangre y fuego", con fuerte represión y miles de detenidos.
Así actuaron cuando se impusieron las "Leyes 3 en 1" de 1986, la Ley de Universalización de Incentivos de 1996, las reformas a la Ley Laboral de 1995, la Ley Tributaria de 2005, la Ley 51 de 2006, sólo para mencionar algunos ejemplos. Soluciones que no son tales como lo demuestra la actual crisis en la CSS y el sistema de salud.
El 16 de agosto del presente año, sin ningún respaldo, carentes de entusiasmo, el gobierno instaló otra "comisión" dirigida a elaborar lo que demagógicamente pretenden vender como plan de desarrollo.
Ahora nos hablan de nuevos Diálogos de Yo con Yo, con los mismos protagonistas del Pacto de Gamboa que se burlaron de las aspiraciones del pueblo panameño en el tema de la Seguridad Social, así como en el pasado lo hicieron en relación a las reformas tributarias, la educación, las reformas al Código de Trabajo, etc. Tenemos que recordar que cada vez que han pretendido imponer sus intereses de clases han acudido a las falsas mesas de dialogo y sus consecuentes documentos que duermen el sueño eterno, engavetados como prueba de la burla y el menosprecio con que tratan a las grandes mayorías marginadas de este país. Hagamos un recuento de los últimos años: Bambito I, Bambito II y Bambito III; Coronado I, Coronado II, Coronado III y Coronado IV; Plan Nacional Mujer y Desarrollo; Plan Nacional de los Pueblos Indígenas; Estrategia de Desarrollo de la Fundación del Trabajo; Plan Nacional contra la Violencia Familiar; Plan Nacional Niñez y Juventud; etc., etc., etc.
El fracaso de tales planes, programas, visiones, proyectos, estrategias, es elocuente: crecientes niveles de pobreza (60% de la población es pobre), exclusión social y desigualdad.
¿Por qué han fracasado? Evidentemente porque ninguno de estos planes ha conllevado una verdadera participación de los diversos sectores del país; ninguno ha estado alejado de los intereses de los grupos de poder económico; todos han respondido a la lógica de la acumulación de capital y en los últimos años a la máxima ganancia que impone la globalización neoliberal; en la mayoría de los casos han sido gestados como mecanismos de distracción a las demandas populares y para imponer medidas antipopulares. No han coexistido los consensos ni los recursos capaces de impulsarlos. Además no puede haber solución real y efectiva si no se dan los cambios estructurales necesarios para hacer viables los mismos.
2. El PNUD en los llamados diálogos
En la mayoría de estos procesos el PNUD ha participado. ¿Qué papel ha jugado? El PNUD, viene jugando el papel de "facilitador" de las consultas, que no son más que acciones encaminadas a avalar las medidas neoliberales en el ámbito mundial.
Como "facilitadores", inician el proceso imponiendo su metodología, en la que establecen "mesas técnicas", cuya finalidad primordial es mediatizar la participación de las organizaciones populares. En segundo lugar, todo el proceso va dirigido a garantizar los resultados que previamente ha definido el gobierno. Ante voces adversas al proyecto neoliberal, convocan a espacios paralelos que terminan por gestar los llamados "consensos" (Recordar Pacto de Gamboa 2005, claro ejemplo del proceder que ha caracterizado al PNUD en estos procesos).
La imposición de la Ley 51 de 2005 a través del Pacto de Gamboa, fue financiado con recursos del PNUD, tal como consta en la vista fiscal de la Procuradora, avalada por la Corte Suprema de Justicia, acción que evidenció que la llamada mesa del diálogo por la seguridad social era sólo una pantomima.
Hoy se levanta una llamada Comisión de Garantes (en el que participan los mismos voceros privatizadores), que pretende utilizar el dolor de los panameños ante la muerte por envenenamiento de 47 personas oficialmente registradas y otras tanto bajo investigación, para imponer la terciarización de los servicios de salud (privatización) que presta la CSS. El PNUD facilitó que se impusiera la ley de la muerte, hoy estamos viendo sus resultados.
El PNUD, ante el porcentaje que le paga el gobierno por la administración de fondos, se ha prestado a servir de eslabón a los intereses de la cúpula gobernante y empresarial.
Una vez más de manera unilateral, el gobierno convoca al PNUD a servir de "facilitadores", esta vez bajo el pretexto de crear un "consenso para el desarrollo". Se convoca a los mismos protagonistas del Pacto de Gamboa que se burlaron de las aspiraciones del pueblo en el tema de la seguridad social, y que hoy los pobres pagamos sus consecuencias. La historia inmediata de nuestra nación es prueba de la demagogia de los sectores de poder económico, sus gobiernos y adeptos.
¿Cuál es el tratamiento que se le da al tema del desarrollo? En el pasado inmediato, el señor Presidente, Martín Torrijos, declaró en primera instancia que el plan de gobierno constituía la visión estratégica de país, luego cambio el discurso señalando que ese tema sería abordado después de celebrado el referéndum sobre la ampliación del Canal; finalmente, desesperado, lanza el miércoles 16 de agosto la creación de una comisión para la discusión del mismo. Ello revela la concepción gubernamental, la importancia que da al tema.
Señores del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo y del Sistema de Naciones Unidas ¿de que estamos hablando?
3. CONUSI No Participará en esta Nueva Farsa
La concertación sólo es posible en un ambiente de democracia real y respeto a los derechos humanos; condiciones que en nuestro país no existen.
Para que haya concertación nacional, los actores tienen que gozar de legitimidad social, los convocantes deben tener credibilidad y los llamados facilitadores deben ser producto del acuerdo de los participantes.
La experiencia en nuestro país, demuestra que la toma de decisión por consenso en lugar de verse como una raíz de la democracia, ha sido institucionalizada por el modelo de globalización neoliberal, como un mecanismo de freno a la lucha por los derechos económicos, sociales, culturales y ambientales que demanda el pueblo.
Una vez más un gobierno que atropella a su pueblo, que demuestra irreverencia ante las demandas de su población, que permite la impunidad y la corrupción, pretende manipular el descontento nacional a través de falsos diálogos, tal como sucedió y sucede con el tema de la salud, seguridad social, el derecho laboral y el derecho a la vida de los panameños y panameñas.
Responsablemente, CONUSI, no se prestará a esta nueva farsa. Declinamos la invitación a un proceso que ya está viciado, que no responde a los intereses de los sectores populares, que se presta hacer aval de la nueva Carta de Intenciones que ha adquirido este gobierno con los organismos financieros internacionales y que van en contra de los intereses de la población y la nación panameña.
Bajo el concepto que Otro Panamá es Posible, y que no es precisamente el que se pretende construir en esta llamada "concertación nacional", se despide atentamente, convencido de que
SIN LUCHAS NO HAY VICTORIAS
Gabriel Castillo
Secretario General
CONUSI
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