El viaje del Vendepatria
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El Viaje del Vendepatria
Parte hacia Washington el presidente Martín Torrijos para reunirse nuevamente con su homólogo norteamericano, George Bush. Al menos son cuatro encuentros sostenidos en tan sólo 2 años y 4 meses al frente del Gobierno del PRD. Tres de ellos con carácter oficial, incluida la humillante visita de Bush a Panamá en noviembre del 2005. La otra fue un encuentro el año pasado en la Universidad de Texas, donde ambos estudiaron.
En esta ocasión es claro el propósito del viaje de Martín Torrijos en el arranque del Carnaval. Por lo visto, es muy dado en sorprender al pueblo en sus fechas de asueto. Esta vez se trata de comprometer al país en temas muy gruesos, a cambio de la aprobación del Tratado de Libre Comercio (TLC) con Estados Unidos, denominado aquí por ellos como Tratado de Promoción Comercial (TCP) y firmado en víspera de Navidad, a propósito de las fechas.
El portavoz de la Casa Blanca ha señalado:"Esta visita subraya la fuerte y profunda amistad y cooperación" entre ambos países. Y añadió que, "además de los asuntos bilaterales, Bush y Torrijos analizarán su compromiso con la promoción del libre comercio, el fortalecimiento de la democracia y el desarrollo de la región, así como la cooperación de seguridad y la futura expansión del Canal de Panamá".
El viaje está antecedido por una serie de visitas a Panamá de varios personeros gringos en materia de segundad y del anuncio de operaciones conjuntas en Bocas del Toro.
¿En qué comprometerá Torrijos a Panamá en lo concerniente a la cooperación de seguridad con el genocida de Bush? ¿Cuáles son los verdaderos intereses de Bush en lo relacionado a la futura ampliación del Canal, que se "aprobara" en el pasado referéndum con menos del 33% de los panameños aptos para votar?
El pueblo se merece una amplia y detallada explicación de los propósitos de este viaje y del alcance de los acuerdos a los que se pretenden llegar. Basta ya de secretismo, negociaciones y acuerdos a espaldas del pueblo.
Basta ya de campañas mediáticas diversionistas (7 millones para el Carnaval, Diálogo PNUD, etc.) que han iniciado los medios de comunicación para que el pueblo olvide los grandes problemas sin resolver: La crisis del transporte, la crisis del sistema de justicia, la crisis en el sistema de salud y en la educación; las muertes masivas por envenenamiento, la inseguridad ciudadana, el alza de la canasta básica, el futuro aumento de la tarifa eléctrica, los despidos masivos en el sector público, las muertes en el sector construcción, la ausencia de democracia real, la falta de respuestas a las reivindicaciones de amplios sectores sociales; la corrupción imperante en las esferas estatales y privada, la impunidad, los daños ecológicos; la Venta de Panamá bajo el disfraz de turismo residencial; la pobreza, la informalidad, el desempleo, etc.
Para apuntalar la visita de Torrijos a Washington, estos mismos medios de comunicación y firmas encuestadoras al servicio del oficialismo han comenzado a divulgar supuestos datos acerca de un mayoritario respaldo del pueblo al TLC con Estados Unidos. Es decir, según estos medios, el pueblo apoya mayoritariamente un TLC que es totalmente desconocido y sobre el cuál, difícilmente, en esas condiciones, puede emitirse un concepto u otro.
También, el TLC ha sido ya bendecido por el CONATO, FENASEP, CONEP y otros gremios empresariales fieles a su tradición de avalar las políticas neoliberales contra nuestro pueblo.
Recientemente el reconocido miembro del PRD y ex Ministro, Francisco Sánchez Cárdenas, en un artículo publicado en La Prensa el 5 de febrero pasado, expresó que conoce a fondo la "insensibilidad social" de Martín Torrijos y que su verdadera intención al frente del Gobierno es la de "solucionar sus problemas personales y por ende la de sus más íntimos allegados".
Lo anterior, que ya sabíamos, revela claramente la catadura moral de quienes gobiernan y de la clase dominante, principal beneficiaria de la gestión de todos los Gobiernos que se han sucedido en Panamá.
Ello expresa hasta dónde son capaces los gobernantes de comprometer al país en aras de seguir logrando beneficios personales y de los grupos poderosamente económicos.
Ante estos hechos es deber de los patriotas y revolucionarios seguir denunciando y esclareciendo al pueblo sobre la dramática realidad que afecta al país, impulsar la lucha en las calles contra las políticas entreguistas y antipopulares como el TLC; y desde abajo continuar construyendo la alternativa de poder popular y creando las condiciones para el advenimiento de una sociedad verdaderamente justa, humana, democrática, soberana y solidaria.
Editorial de la Voz del SUNTRACS febrero de 2007.
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